El miércoles 6 de febrero, el jefe del Banco de Reserva de Australia, Philip Lowe, hizo un suave discurso inesperado, mientras los inversionistas estuvieron esperando declaraciones sobre las crecientes tasas de interés. Esto causó la venta de la moneda australiana.

En un discurso titulado "Siguiente Capítulo", señaló que el incremento en las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos y otros grandes bancos centrales no tienen consecuencias automáticas para Australia.

El funcionario también señaló que la tasa flexible del dólar australiano da al Banco de Reserva de Australia independencia de tiempo considerable para la implementación de política nacional.

Además, los atrasos hipotecarios elevados significan que el consumo del consumidor puede disminuir debido a las tasas más altas.

P. Lowe dijo que el Banco de Reserva de Australia no tiene como objetivo realizar un ajuste fino de la política monetaria. Según él, el estado de la economía del país está mejorando, pero aún existen riesgos, y señala que el aumento en la actividad de inversión en la industria minera está disminuyendo gradualmente.

El jefe del regulador cree que con la finalidad de elevar el ingreso real per capita, es necesario aumentar la productividad.

Después del discurso del jefe del Banco de Reserva de Australia, el dólar australiano frente al dólar estadounidense para las 16:30 hora de Moscú cayó un 1.44% a 0.7130, lo mínimo desde el 21 de enero frente al euro en un 1.27%.